La nolina se caracteriza por su distintivo tronco engrosado que funciona como reserva de agua, hojas largas y recurvadas, y su resistencia a la sequía, lo que la convierte en una planta de bajo mantenimiento, ideal para jardines secos o como decoración de interiores luminosos. Originaria de zonas desérticas de México, requiere sol o mucha luz, riego moderado y suelo con buen drenaje, tolerando mal el frío. 
Características físicas
Tallo bulboso: 
Su característica más destacada es el tronco que se expande en la base, creando una forma de esfera o pata de elefante, que almacena agua para soportar largos periodos de sequía. 
Hojas largas y arqueadas: 
De su tronco emergen tallos con hojas lineales, estrechas, de color verde y que a menudo se curvan hacia abajo. 
Crecimiento lento: 
Es una planta de crecimiento lento que puede vivir muchas décadas con los cuidados adecuados. 
Cuidados y requerimientos
Luz: 
Necesita mucha luz, incluso sol directo, para prosperar, aunque también se adapta bien a interiores muy luminosos. 
Riego: 
Requiere riegos moderados y escasos, dejando que la tierra se seque por completo entre riegos, ya que el exceso de agua es perjudicial. 
Sustrato: 
Es fundamental usar un sustrato ligero y con buen drenaje para evitar el encharcamiento y el exceso de humedad. 
Temperatura: 
Prefiere ambientes cálidos, y no tolera el frío, especialmente temperaturas por debajo de los 10 °C. 
Hábitat y usos
Origen desértico: Proviene de zonas áridas de México y se adapta muy bien a climas secos. 
Bajo mantenimiento: Es una planta de muy fácil cultivo y bajo mantenimiento, ideal para xerojardinería y para quienes no pueden dedicarle mucho tiempo. 
Decorativa: Su forma escultural y exótica la hace una planta ornamental perfecta tanto para interiores como para exteriores en climas templados.