Para cuidar un palo de agua, necesita luz brillante pero indirecta, y que la tierra se seque bien entre riegos. Agradece un ambiente con humedad, por lo que se pueden pulverizar sus hojas o colocar la maceta sobre guijarros con agua. Fertilízalo en primavera y verano, y trasplántalo cada dos años. 
Luz y Ubicación
Gira la planta: 
Gira la maceta de vez en cuando para que reciba luz por todos lados y crezca de manera uniforme. 
Luz indirecta: 
Coloca tu palo de agua en un lugar con luz brillante e indirecta. El sol directo puede quemar sus hojas, causando manchas amarillas. 
Evita el sol del mediodía: 
Si la luz es demasiado intensa, el sol del mediodía puede dañar la planta. 
Riego
Riego moderado: 
Riega solo cuando la capa superior del sustrato esté seca al tacto. Puedes introducir un dedo o un palito para comprobar. 
Evita el exceso de agua: 
Un exceso de riego es la causa más común de problemas, como pudrición de raíces. 
Riega el sustrato: 
Asegúrate de regar directamente la tierra y evita mojar el tronco, ya que puede causar manchas negras. 
Humedad y Temperatura 
Ambiente húmedo: 
El palo de agua es tropical y prefiere la humedad. Pulveriza sus hojas o coloca la maceta sobre una bandeja con guijarros y agua (sin que la base toque el agua) para aumentar la humedad ambiental.
Temperatura: 
Prefiere temperaturas cálidas y estables, generalmente entre 18 °C y 27 °C. No tolera el frío.
Suelo y Fertilización
Sustrato con buen drenaje: 
Utiliza un sustrato rico en materia orgánica y con buen drenaje para evitar el encharcamiento. 
Fertilización: 
Fertiliza con un fertilizante líquido balanceado durante la primavera y el verano, que es cuando la planta está más activa. Reduce o suspende la fertilización en invierno (recomendamos Humus de Lombriz). 
Mantenimiento y Trasplante
Limpieza de hojas: 
Limpia las hojas con un paño húmedo para quitar el polvo, lo que facilita la respiración y la fotosíntesis de la planta. 
Trasplante: 
Trasplanta la planta cada dos años a una maceta un poco más grande para permitir el crecimiento de las raíces y el desarrollo de la planta. 
Poda: 
Puedes podar los tallos o las hojas dañadas para mantener un aspecto ordenado y estimular el crecimiento de nuevos brotes.